Hay muchas dietas que prometen resultados rápidos en poco tiempo. El ritmo actual, unos cánones de estética irreales y una sociedad poco acostumbrada al esfuerzo y la constancia hacen que mucha gente busque resultados rápidos de cualquier manera.

Tipos de dietas depurativas

Aunque algunas de estas dietas pueden servir para determinadas finalidades terapéuticas, siempre con el control de un nutricionista experimentado, cuando el objetivo es perder peso, estos son los errores más comunes:

  • Exclusión de algún nutriente básico: Las más habituales desde hace muchos años reciben nombres diferentes (Dukan, cetogénica, disociada, hiperproteica...) y excluyen o limitan los hidratos de carbono, el combustible que hace funcionar a las células del cuerpo, para crear, así, vías alternativas para conseguir la energía quemando reservas de grasa. Es efectiva a corto plazo, pero los efectos rebote y consecuencias para la salud a largo plazo son nefastos.
  • Restrictivas o deficientes: Dietas milagro a base de ayunos muy largos, como la del jarabe de arce o ayunos intermitentes. Aunque, de forma controlada, hay efectos positivos en la salud, no ayudan a crear hábitos saludables y estables en el tiempo, y se corre el riesgo de hacerlo mal sin el apoyo de un profesional.
  • Mágicas: Prometen grandes resultados basándose en las propiedades de un alimento en concreto. La dieta del tomate o la de la alcachofa, entre las más populares. Son desequilibradas y, en ningún caso, aportan beneficios a largo plazo para la persona.
  • Licuados depurativos: A base de licuados de fruta, batidos o simplemente consumiendo mucha fruta. Son las más mediáticas últimamente. Mezclan un poco de todo: ayunos, propiedades sobrevaloradas de ciertos alimentos y estética sugerente. Nutricionalmente, cuando bebemos licuados (zumos de fruta), tenemos unas subidas de azúcar en sangre muy bruscas, ya que hemos extraído la fibra de la fruta y nos quedamos principalmente con agua y azúcares rápidos. Esto provoca un tsunami de azúcar en sangre, que genera una demanda de insulina extra para poder transformar este excedente de azúcar en reservas de glucógeno y grasa. Y luego llega la bajada brusca de azúcar en sangre. En definitiva, una montaña rusa energética nada beneficiosa para el organismo.

¿Cuál es la mejor opción?

Ayudar al organismo a eliminar de forma natural los excesos que se han acumulado en el tiempo. Conducirlo hacia el equilibrio y generar a través de la dieta unos hábitos de vida y alimentación saludable que permitan perder peso y mantenerlo en el tiempo.

  • Asegurar los nutrientes principales que necesita el cuerpo. Una dieta no excluyente con suficientes hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales, probióticos y fibra para asegurar una buena salud.
  • Elegir los alimentos más adecuados que aporten estos nutrientes de manera más ligera y equilibrada. Por ejemplo, las proteínas vegetales como legumbres o tofu son una opción más adecuada para depurar, ya que tienen menos grasa saturada y sal (sodio) que la carne o el pescado.
  • Excluir totalmente los hidratos de carbono no es sostenible. A corto plazo, durante la dieta, tenemos deseo de dulce constante y cambios de humor por las bajadas y subidas de azúcar. En cambio, poner en las comidas principales cantidades pequeñas de cereales integrales de grano entero como el arroz integral, rico en fibra e hidratos de carbono de absorción lenta, nos puede ayudar a mantener unos niveles de azúcar en sangre más estables que nos permitan, sin picos de azúcar en sangre, no pasar hambre y sostener la dieta más tiempo.
  • La verdura es la estrella. Es el alimento clave para cualquier dieta equilibrada y especialmente si queremos adelgazar. Aporta fibra, que es saciante y ayuda a regular los niveles de azúcar y grasa en sangre, nutre la flora intestinal, y mantiene un pH ligeramente alcalino en el organismo. Fuente de vitaminas y minerales, se debe cocinar adecuadamente para que no pierda propiedades.
  • La fruta entre comidas puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre y evitar llegar con hambre a la siguiente comida.
  • Grasas sí, pero las justas y saludables. La grasa es indispensable para la salud y para que el cuerpo funcione bien. Sin embargo, no hay que abusar de ella para evitar que se acumule y buscaremos siempre las fuentes más saludables.
  • Reducir la sal. No significa cocinar sin sal; significa evitar un exceso de sodio en el cuerpo que nos haga retener líquidos. Si reducimos alimentos de origen animal (carne, embutidos, lácteos) y aumentamos el consumo de alimentos del reino vegetal (legumbres, verduras…), aumentaremos los niveles de potasio en sangre, lo que generará un equilibrio sodio/potasio que hará más fácil eliminar el líquido retenido en el cuerpo. Esto debe hacerse de forma calculada, ya que, si nos pasamos, podemos sentirnos débiles, cansados ​​o hipotensos por falta de minerales.
  • Variedad de cocciones y texturas. El cuerpo necesita estímulos variados a la hora de comer que estimulen una buena digestión y que nos hagan disfrutar de comidas variadas y ricas. Además de procurar la cocción más adecuada para que cada alimento preserve el máximo de propiedades, hace que el cambio sea sostenible en el tiempo y nos permite adquirir formas nuevas de alimentarnos saludablemente.
  • El sabor dulce. Hacer que las comidas tengan variedad de sabores es importante, sin embargo, mientras hacemos una dieta para perder peso, sobre todo hay que reforzar el sabor dulce. El dulce natural de las verduras o la fruta nos relaja y nos ayuda a mantener la dieta.

Así pues, una dieta depurativa puede ser sinónimo de salud y equilibrio, una pauta para adquirir hábitos de vida y alimentación saludables que nos permitan volver a recuperar el equilibrio de forma natural.

Una dieta depurativa puede ser sinónimo de salud y equilibrio y una pauta para adquirir hábitos de vida y alimentación saludables

 

Siempre es un buen momento para hacer una dieta así, pero el cambio de estación es el momento perfecto para depurar el cuerpo y fortalecer el organismo para prepararnos para la nueva época, un clima más frío en el que debemos estar fuertes y con el sistema inmunológico arriba, libre de toxinas que debiliten nuestro estado de salud.

¿Queréis depurar el organismo en cinco días?

Así como cambiamos o limpiamos los filtros de la piscina, el coche o el aire acondicionado para que funcionen mejor, lo mismo deberíamos hacer con nuestro cuerpo, que, a diferencia de los dispositivos mencionados al inicio de este párrafo, sí funciona 24 horas al día y durante los 365 días del año.

Seguir ciertos hábitos de salud y llevar una alimentación más consciente y natural contribuye a que los órganos vitales puedan aligerar su “carga de trabajo” y repararse o descongestionarse para poder seguir trabajando en su máxima capacidad. Esto, además de vaciar nuestro cuerpo de residuos tóxicos, nos aporta ligereza, vitalidad, bienestar y muy buen humor. En definitiva, nos ayuda a recuperar nuestros niveles de energía.

Si os apetece experimentar todos estos efectos, os propongo seguir un menú de tres días siguiendo todos los criterios depurativos mencionados en este artículo. Todas las recetas (desayunar, comer y cenar) están basadas en alimentos de temporada, veganos, sin gluten ni lácteos.

Están pensadas para eliminar los excesos, depurar el cuerpo y crear buenos hábitos que perduren en el tiempo. Siempre es un buen momento para hacer una dieta así, pero la primavera es seguramente la época del año en la que el cuerpo está más receptivo. La llegada del buen tiempo permite que el cuerpo no se enfríe ni se sienta débil, y ayuda a eliminar los excesos acumulados a lo largo del invierno. Adecuando las cocciones y disfrutando de los alimentos que la estación nos ofrece, nos sentiremos más ligeros y en armonía con el entorno.

Además, durante el proceso tendréis mi guía y acompañamiento a través del foro del curso donde podréis hacer preguntas y consultar vuestras dudas directamente conmigo.

Empezar la depuración aquí

David Gasol
David Gasol

Dietista-nutricionista graduado por la Universidad Ramon Llull. Profesor de cocina energética con Montse Bradford. Ha sido consultor para el Kushi Institute en Estados Unidos.

    @davidgasolnutricionista