Si tenéis niños, esta receta es una manera muy fácil y divertida de introducirlos a la cocina saludable y al gusto por las verduras y sus diferentes colores. ¡Que los disfrutéis!

Dicen que todo lo que se puede comer con sólo dos dedos crea adicción; en este caso, una de saludable ¡y a la vez muy práctica! Podéis preparar un montón el fin de semana cuando hagáis batch cooking semanal; si la materia prima es fresca, os aguantarán en perfecto estado 3-4 días. Si lo hacéis así, os será fácil incluir una buena dosis de vegetales siempre que lo necesitéis: son ideales para llevar al trabajo, a la playa, a un picnic, a una comida con amigos o familia e, incluso –tomad nota los que no consumáis gluten–, para sustituir un bocadillo para desayunar o merendar. Con la llegada del buen tiempo, ¡os solucionarán más de un imprevisto!

Los colores de las diferentes verduras que contienen ya nos indican, de entrada, que nos aportarán muchos antioxidantes, además de vitaminas, minerales, enzimas y fibra. Si queréis hacer plato único, os sugerimos añadir proteína con tofu, huevo o unas gambas salteadas. Podéis variar la salsa y así tendréis la sensación de comer un plato diferente cada vez. Quedan muy bien con soja o tamari, salsa de cacahuete o salsa agridulce.

Vídeo-receta: Biospace

Texto: Dúnia Mulet. Estudiante en prácticas de Grado Superior de Dietética en el IFPS Roger de Llúria

 

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