El fútbol es, sin lugar a dudas, el deporte rey en nuestra sociedad. Su gran repercusión mediática hace que las técnicas audiovisuales que se aplican nos permitan medir parámetros como la distancia que cada jugador puede recorrer en un partido, entre otros. Este acceso a los medios de análisis hace que cada vez haya menos diferencias entre los equipos, lo que se ha puesto de manifiesto en el último mundial de fútbol, en el que muchos encuentros han terminado en prórroga o, incluso, penaltis para dirimir un ganador. Es precisamente en estos minutos añadidos cuando hemos podido ver imágenes de jugadores fatigados que casi no podían correr. ¿Se podría haber evitado? Daremos unas recomendaciones de ayudas ergogénicas concretas para este deporte que habrían podido reducir parte de la sintomatología de los jugadores ante este desgaste físico.
Para empezar, hay que recordar que el fútbol es un deporte acíclico, es decir, se hace un ejercicio aeróbico intercalado con un ejercicio anaeróbico de alta intensidad. Un jugador puede llegar a recorrer unos 14 km durante un partido, motivo por el que es muy importante tener una pauta dietética que tenga presente el gasto calórico de cada jugador en función de la posición y el rol que desarrolla en el juego. Para hacer eso, hay que saber la composición corporal de cada jugador y ajustar la ingesta de hidratos de carbono, proteínas y lípidos según las necesidades personales.
Proponemos, pues, el ginseng como ayuda ergogénica
El ginseng es una raíz que las medicinas orientales utilizan desde hace milenios. La medicina tradicional china considera el ginseng (Panax ginseng) un tonificante del Qi (es decir, de nuestra energía). Desde la visión de la medicina moderna, el ginseng potencia el sistema hipotálamo-hipofisario estimulando la secreción de cortisona, una hormona que funciona con ritmo circadiano (con la luz del sol) y que nos permite ponernos en funcionamiento por la mañana. Los niveles altos de estrés generan una cortisona más elevada. El ginseng potencia el consumo de ácidos grasos y aumenta la contractibilidad y la excitabilidad muscular, pero se debe tomar de forma moderada porque, si tenemos un índice de cortisona elevado, envejeceremos más temprano por el metabolismo oxidativo.
Hay estudios que demuestran que tomar más de 200 mg diarios de ginseng durante más de ocho semanas incrementa el rendimiento físico y mental.
En un partido de fútbol, el ginseng permite reducir los efectos catabólicos (destrucción muscular) de la cortisona, mitigando las señales de fatiga y mejorando la capacidad de resistencia aeróbica. Nos hace aumentar la concentración de cortisona en un proceso de adaptación al estrés.
Hay estudios que demuestran que tomar más de 200 mg diarios de ginseng durante más de ocho semanas incrementa el rendimiento físico y mental. El problema, sin embargo, radica en que el ginseng es caro, y un tratamiento de este tipo no está al alcance de todos los bolsillos.
Juan Alfonso Rivero Rivera
Máster en Nutrición para la Actividad Física y el deporte.
Profesor y responsable del Centro Holístico Terapias Naturales
Bachelor of Science in Traditional Chinese Medicine