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Si plasmamos esta filosofía de respeto en los cosméticos podemos encontrar los que únicamente están basados en ingredientes minerales y vegetales, que son una alternativa que satisface las expectativas éticas de muchos consumidores. Los minerales y vegetales poseen multitud de propiedades, más que suficientes para cuidar la piel sin tener que elegir entre la vida animal o nuestro bienestar. Se trata de alcanzar la belleza de forma respetuosa a través de lo que se conoce como veggy cosmética.

La información es la mejor opción para saber elegir con acierto y defender nuestra conciencia

Los seguidores del movimiento vegano consideran que buscar y apoyar una cosmética saludable y concienciada con el medio ambiente puede hacer del mundo un lugar diferente al actual. Por seguridad, salud y principios es importante estar informado del contenido de los productos que consumimos. La información es la mejor opción para saber elegir con acierto y defender nuestra conciencia.

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Ensayos con animales

La normativa europea establece la eliminación gradual de los ensayos con animales en materia de cosméticos, pero, a pesar de ello muchas empresas han participado en pruebas hasta hace poco tiempo y pueden seguir haciéndolo fuera del marco normativo de la UE. Lo cierto es que en los últimos tiempos la industria cosmética a nivel general se ha alejado de manera considerable de testar en animales, como medida para corregir la mala imagen que esto otorga.

Miles de animales en todo el mundo siguen siendo sometidos a sufrimientos crueles, dolores y muerte agonizante para ensayar los nuevos productos del sector cosmético

Pero la triste realidad es que, en la actualidad, miles de animales en todo el mundo siguen siendo sometidos a crueles sufrimientos, dolores y muerte agonizante con el fin de ensayar los nuevos productos del sector cosmético. Ensayos de toxicidad, sensibilización cutánea e irritación ocular son algunas de las pruebas a las que son subyugados animales indefensos. Son obligados a la ingesta forzosa de jabones, cremas, dentífricos y a la inhalación de lacas y aerosoles. El test de Draize consiste en introducirles en los ojos grandes cantidades de champú, máscara de pestañas, maquillaje y otros cosméticos hasta provocarles una ceguera total. Para evitar todos estos procesos crueles y evitables es lógico y necesario apostar por una cosmética vegana.

¿Cómo podemos hacerlo? Busquemos el famoso Leaping Bunny, o “conejito sin crueldad”, que aparece en cada vez más envases y que nos indica que ni el producto ni sus ingredientes están testados en animales. Para asegurarnos de que el producto sea vegano lo mejor es buscar el sello de certificación europeo V-Label, que garantiza que el producto cumple unos criterios fiables. El procedimiento de certificación de la Unión Vegetariana Española establece cuatro categorías: vegano (productos 100% vegetales), lactovegetariano (contienen productos lácteos), ovovegetariano (contienen huevo) y ovolactovegetariano (contienen huevo y lácteos). Antes de que un producto obtenga estas certificaciones es sometido a las auditorias pertinentes.

Es evidente que debemos reflexionar sobre el uso de cosméticos testados en animales, y para hacerlo que mejor que conocer cómo se obtienen algunos de los activos más utilizados en cosmética. El color carmín, colorante muy común en coloretes y pintalabios, es un ácido que algunas cochinillas producen para repeler a los depredadores. Se obtiene secando las hembras grávidas al sol, tras arrancarles por fricción las escamas cerosas blancas que las protegen de los rayos solares o a través de hervir en amoniaco o carbonato de sodio de sus cuerpos triturados, que posteriormente son filtrados para añadir aluminio a la solución. Un cruel procedimiento que puede evitarse.

La famosa queratina es una proteína que se encuentra en mamíferos y que proviene de las uñas, el pelo y los cuernos de los animales. El escualeno, un producto que se fabrica a partir del aceite del hígado de un tipo de tiburón, puede encontrarse en cosméticos, y es especialmente empleado en los perfumes de gama alta para fijar la fragancia a la piel, acción que podría llevarse a cabo con el uso de aceites vegetales sin necesidad de recurrir a los animales. Los destellos de esmaltes de uñas, labiales y cremas corporales se consiguen, a menudo, gracias a la guanina, sustancia extraída de las escamas de los peces puestas a remojo en alcohol, con el objetivo de crear una esencia nacarada que se agrega a diversos productos.

Y conociendo todo esto, ¡viva la cosmética vegana!

Maripi Gadet

Especialista en Cosmética Natural