El cambio de alimentación y estilo de vida que implica el AIP es grande, pero te aseguro que cada esfuerzo vale la pena. Puedes compartir deliciosas recetas AIP con tu familia y tus amigos, llevar un táper, proponer otras maneras de quedar que no estén relacionadas con la comida, etc.
Tal vez te sea complicado al inicio, pero cuando vean tus mejoras es posible que vuelvan hacia ti con mil preguntas ¡e incluso, si tienes suerte, se subirán al carro contigo y todo! Sé más fuerte que las convenciones sociales y prioriza tu salud.
Imagínate sin tus síntomas, sin este cansancio bestial que te aplasta, sin estos dolores, sin esta ansiedad… ¿Qué prefieres, seguir con los síntomas que te impiden disfrutar de la vida o dar prioridad a tu salud e invertir en tu futuro?
Cuanto peor se encuentra una persona, está claro que más necesita el cambio y más esfuerzos pondrá en seguir el protocolo. De todas formas, no hay que esperar a encontrarse fatal para motivarse.