protector solarEs una paradoja curiosa: por un lado, somos conscientes de los riesgos de la exposición al sol sin protección, un sol cada vez más peligroso, según los últimos estudios sobre el cáncer de piel. Pero, por el otro, si la crema protectora que nos ponemos contiene tóxicos que perjudican la piel, disruptores hormonales relacionados con el cáncer de mama y filtros químicos que penetran en el organismo con consecuencias nefastas, ¿cómo lo tenemos que valorar?

La solución, obviamente, es elegir cosmética natural, pero natural de verdad, es decir, de cosmética Bio certificada: cien por cien natural y ecológica, que no contenga tóxicos en su composición. En el caso de los protectores solares, sin embargo, esto no es tan sencillo.

¿Por qué es complicado encontrar un buen protector solar bio?

Los filtros solares pueden ser de dos tipos: físicos y químicos. Ambos son igualmente eficaces a la hora de proteger la piel de las radiaciones solares, pero cada uno tiene ventajas e inconvenientes.

Filtros químicos: este tipo de filtros están compuestos de moléculas que absorben los rayos UVA y UVB y protegen las capas más profundas de la piel. La composición sintética es poco densa y van especialmente bien para las pieles grasas. Inconveniente: no solo pueden provocar intolerancias y alergias en la piel, sino que cuando los absorbemos, penetran en el organismo componentes habituales como el octylcrylene, el octinoxate, el avobenzone, el oxybenzone, el octisalate, el homosalate, el 4-MBC, el meroxy SX y XL y otros.

Filtros físicos: contienen micropartículas que actúan como pequeños espejos que reflejan la radiación solar e impiden que la piel la absorba. Son más densos que los filtros químicos y a veces dejan manchas blanquecinas sobre la piel que cuestan de ser absorbidas. No penetran en el organismo, y esto los hace idóneos para pieles delicadas e intolerantes, y para la salud en general. Los ingredientes habituales son el dióxido de titanio y el dióxido de zinc, ambos considerados saludables porque no son absorbidos.

Elegir protectores solares no tóxicos y respetuosos con el ambiente

Hace mucho tiempo que buscamos y observamos los diferentes protectores solares “naturales” del mercado. De entrada, lo más recomendable es escoger alguno de los protectores solares Bio que hay. Marcas como Gamarde, Alphanova, Jason, Lavera, Biosolis o Yipsohilia tienen protectores solares Bio, pero ¿son todos iguales?

Según una comparativa realizada por los laboratorios independientes del IRS, todos protegen según los índices señalados en el envase y todos destacan la composición natural de los ingredientes, por tanto, con respecto a la protección, podríamos decir que son equivalentes. En cuanto al usuario, sin embargo, podemos señalar, según la farmacéutica María Moreno, algunas diferencias:

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JASON: El problema principal es el INCI. Tiene certificado USDA, pero cuando se lee el INCI vemos que sí utiliza filtros químicos potencialmente tóxicos que penetran en el organismo.

Gamarde: Utiliza partículas con efecto espejo que no penetran en el organismo. Es un protector excelente, pero hay que saber extenderlo bien y utilizarlo en pocas cantidades.

ALPHANOVA: Tiene unos índices altos de protección (hasta 50+), no contiene nanopartículas ni filtros químicos que penetren en el organismo. Es resistente al agua y lo mejor es que se extiende muy bien y no deja zonas blancas.

LAVERA: Es un buen protector, pero deja partes blancas y un cierto efecto “yeso”.

BIOSOLIS: Es un buen protector, de origen australiano y respetuoso con el ambiente.

Información básica sobre los protectores solares y la piel:

  • Las pieles que más deben extremar las precauciones son las personas de piel y ojos claros, que se exponen de manera prolongada al sol.
  • Los que han tenido en alguna ocasión algún eritema o episodios de quemaduras solares.
  • Las personas con propensión a manchas y las personas con pecas.
  • Los que tienen algún familiar afectado de cáncer de piel.
  • Hay que evitar las horas punta, entre las 12 y las 15 horas.
  • Hay que aplicar el protector de manera regular 30 minutos antes de la exposición, de manera uniforme, y no olvidar las zonas delicadas como el cuello, labios, orejas y cabeza.
  • Hay que repetir a menudo la aplicación, especialmente si se suda o si se está en el agua más de veinte minutos.
  • La mínima protección, si tienes la piel morena y resistente, debe ser de 15.
  • Entre 30 y 50 personas de piel clara y 50 para bebés.