De toda la cosmética, los productos de maquillaje son los que contienen más ingredientes sintéticos potencialmente peligrosos. Si utilizáis maquillaje convencional, seguramente os pondréis en el rostro muchas sustancias nada saludables. La diferencia de formulación entre un maquillaje convencional y uno bio es más que notable. El problema es que, hasta hace poco, teníamos en el mercado pocas marcas de maquillaje ecológico que fuesen tan duraderas, eficaces y glamurosas como las convencionales. Eso es importante porque, indudablemente, a la hora de adquirir productos cosméticos, muchas mujeres pedimos un plus estético que alimenta la sensación de tener en la mano un producto hecho con cuidado, con amor y con gusto.
Ahora, en cambio, ya existen algunas marcas de maquillaje bio de alta gama que hasta ahora teníamos que comprar en el extranjero. En The Bioherbarium (comercio electrónico de Sant Cugat), tienen marcas de origen francés como Zao Makeup, que, además de tener la certificación Ecocert se presenta en recipientes de bambú, muy originales como regalo y, además, la mayoría de los productos son recargables, lo que los hace aún más sostenibles y económicos.
Otras marcas son Organic Glam, de los laboratorios ingleses The Organic Pharmacy, con ingredientes avalados por la certificación de Soil Association, un maquillaje que es verdaderamente un lujo tanto por los ingredientes como por la presentación.
Son maquillajes a base de cera de abejas, aceites esenciales y conservantes naturales tan eficaces como los artificiales, pero que no contienen los ingredientes tóxicos del maquillaje convencional (en algunos casos los contienen en mínima cantidad si es imprescindible para su formulación). En el caso de Zao Makeup, ni tan solo encontramos talco; de hecho es el único maquillaje bio que no lleva y que utiliza micropartículas de plata para sustituirlo.
Maquillaje ecológico recargable
Son, en definitiva, lujos al alcance de cualquier bolsillo que se pueda permitir las marcas convencionales, ya que los precios no son más altos que los de la cosmética de las multinacionales clásicas de alta gama; al contrario, la ética de estas pequeñas empresas preocupadas por las nuevas prácticas de consumo sostenibles hace que los precios sean siempre lo más ajustados posible, a pesar de que los ingredientes naturales ecológicos son más caros, más difíciles de obtener y más preciados.
Sin hacer una lista exhaustiva de los contaminantes que lleva un maquillaje convencional, podemos mencionar los derivados del petróleo y los OGM, pero no olvidemos los muchos estudios de asociaciones de consumidores que han encontrado plomo, cadmio, mercurio y aluminio en la mayoría de maquillajes convencionales analizados. Algunos estudios han cuantificado en más de 20 mg el maquillaje que ingiere una mujer que se maquilla habitualmente una vez al día (cifra más alta si se aplica el maquillaje repetidamente).
Los productos de cosmética son responsables de muchas alergias, irritaciones, acné y otros problemas de la piel y de las mucosas (los ojos son particularmente sensibles), pero no debemos menospreciar el efecto acumulativo que, en el programa de divulgación científica Qué qui com de TV3, explicó muy bien una dermatóloga del Hospital Vall d’Hebron, que relacionaba la acumulación de partículas tóxicas en el organismo a través de los cosméticos con enfermedades graves.
Pasarse a la cosmética bio y al maquillaje ecológico parece, pues, la opción más acertada y saludable.
Artículo escrito por:
Clara Pons
The Bioherbarium
Especialista en Imagen Personal y Corporativa
