Llega la primavera y se acerca el momento de enseñar más la piel. Es muy posible que tras el invierno esté más reseca y menos luminosa. Es natural que sea así después de estos meses de invierno, con menos exposición solar y más frío. La primavera despierta el organismo con el aumento de la intensidad lumínica, temperaturas más elevadas, más horas de sol y cambios en los niveles de presión y humedad. Todos estos factores influyen en los ritmos vitales del cuerpo y a menudo podemos notar síntomas como cansancio, irritabilidad y episodios alérgicos. Estos cambios afectan al organismo globalmente y, por tanto, también se acaban reflejando en el órgano más grande del cuerpo, la piel, que puede perder luz y acumular más toxinas, lo que dificulta la renovación celular.
En resumen, la piel refleja el estado de salud general del cuerpo y, con el cambio de estación, la podemos sentir reseca y más vulnerable al fotoenvejecimiento. Estas condiciones afectan principalmente a las zonas de la piel más expuestas a los cambios externos; por tanto, el cutis puede ser especialmente sensible a estos cambios. Una dieta saludable, evitar tóxicos como el tabaco o el alcohol y el cuidado de la piel según sus características y tipo es fundamental.
Elegir una crema con certificado ecológico y vegano
Si estáis pensando en el cosmético que puede dar respuesta a esta necesidad, fijaros sobre todo en sus certificados. Es esencial que tenga el sello que garantice el origen biológico y sin contenido de tóxicos; este sello garantiza también que el producto no ha sido testado en animales. Si, además, no queréis que lleve ningún producto de origen animal, tendréis que buscar también el sello de cosmética vegana.
Un certificado muy interesante es el sello Natrue (NA: Natural; y TRUE: verdad, en inglés), que garantiza un producto biológico, y es, actualmente, el sello de cosmética más estricto y que ofrece más garantías del mercado. Fue creado por una asociación internacional sin ánimo de lucro que distingue solo a los productos que son naturales y ecológicos de verdad y que cumplen unos estándares de calidad y ética muy estrictos, y garantiza que el cosmético:
- No contiene fragancias, conservantes ni colorantes sintéticos.
- No contiene derivados del petróleo: siliconas, parafinas, parabenos ni sulfatos.
- No contiene aceites de silicona ni derivados.
- No contiene ingredientes modificados genéticamente (en cumplimiento de la regulación de la EU).
- No contiene nanopartículas.
- No hay irradiación del producto final ni de los ingredientes botánicos.
- Ha sido testado dermatológicamente.
- Contiene ingredientes con eficacia demostrada.
Recordad que este sello no asegura que el producto sea vegano, así que, si queréis que lo sea, también debe tener el sello de cosmética vegana.
Ahora que ya sabéis cómo identificar un producto según los sellos de calidad, os contamos uno de los principios activos más interesantes para esta primavera.
Esta primavera, rosa de Damasco
En Occidente, la rosa de Damasco (Rosa damascena) es la reina de las flores. Junto con su alter ego oriental, el loto, la rosa simboliza la rueda y el mandala. En nuestra cultura y tradición simbólica, la rosa de Damasco representa el amor, la pureza y la pasión, y está asociada a muchas divinidades femeninas como Venus o Afrodita. Esta flor maravillosa tiene uno de los aceites esenciales más valiosos y fragantes: se necesitan entre 3.500 y 4.000 kilos de pétalos (es decir una hectárea de rosales) para producir un litro de aceite esencial de rosa de Damasco. Es uno de los aceites más costosos de producir y uno de los favoritos en cosmética y terapias energéticas. Sus principios bioquímicos son unos de los más completos, con más de quinientos principios activos. Está indicada para arrugas, eccemas, inflamación cutánea, es hemostático, bactericida y un cicatrizante y regenerador cutáneo muy potente.
Energéticamente se le atribuyen propiedades armonizadoras a nivel psicoemocional, es adecuada en caso de ansiedad nerviosa, depresión, insomnio o palpitaciones; ayuda a disipar los bloqueos energéticos, facilita el pensamiento positivo y disminuye la irritabilidad. Su vibración se asocia al achaque de corazón y coronal superior y, por tanto, facilita el flujo de la energía amorosa, la compasión y la ternura.
Para facilitaros al máximo la búsqueda, os presentamos la línea hidratante de la marca Logona a base de Rosa damascena bio y alga kalparine, ideal para pieles normales y secas esta primavera. La línea incluye toda la gama de productos necesarios para hacer todo un ritual de limpieza y cuidado de la piel a base de rosa de Damasco:
- Leche limpiadora e hidratante de rosas: Limpia de forma suave y profunda, y mantiene el equilibrio de grasa y agua de la piel.
- Tónico refrescante de rosas: Hidrata y revitaliza la piel después de la limpieza. Indicado también para pieles sensibles.
- Crema de día hidratante de rosas: Hidrata intensamente y refuerza el mecanismo autoprotector de la piel. Protege contra los efectos del medio ambiente.
- Crema de noche regeneradora de rosas: Favorece la regeneración de la piel durante la noche, la protege y suaviza las líneas de expresión.
- Suero hidratante de rosas: Hidrata intensamente y refuerza el mecanismo autoprotector de la piel. Optimiza la acción de toda la línea de productos.
- Mascarilla hidratante de rosas: Hidrata intensamente la piel y proporciona un efecto alisador.
- Contorno de ojos hidratante de rosas: Reafirma e hidrata la delicada zona del contorno de ojos y reduce las líneas de expresión que se suelen formar alrededor.
- Bálsamo labial hidratante hialurónico: Hidrata y revitaliza la piel de los labios y su contorno. Suaviza las líneas de expresión.
Por lo tanto, con todos estos principios bioquímicos, tenemos una línea de productos de gran calidad que nos será útil para:
- Reducir las arrugas, regenerar las células cutáneas y proporcionar hidratación intensiva en la piel.
- Fortalecer el mecanismo de protección propio y protegerla de radicales libres e influencias medioambientales.
- Aportar firmeza y sensación de suavidad y flexibilidad.