La leche –materna o artificial– es el primero de todos los alimentos que toma el bebé. Por lo tanto, en el momento de empezar a introducir alimentos, debemos tener en cuenta que está acostumbrado a un sabor, textura y color. Así pues, cada alimento que introduzcamos en la dieta será todo un descubrimiento; por eso es importante hacerlo paulatinamente y, sobre todo, evitar mezclar más de tres alimentos por comida.
Si preparamos un triturado con calabacín, judías verdes y zanahoria, obtendremos una mezcla demasiado heterogénea, en la que no predomina ningún sabor, y con una textura más bien espesa. En este caso, podríamos hacer un triturado de zanahoria; así, el bebé puede saborear la dulzura y cremosidad que tiene, y descubrir el color naranja.
A la hora de cocinar, usaremos alimentos de la agricultura ecológica y que sean de temporada. Comer lo que crece a nuestro alrededor nos permite conocer el entorno donde vivimos. Los alimentos ecológicos son más sabrosos y, en el caso de los bebés, son más fáciles de aceptar.
Otros ejemplos: Patata y zanahoria o lentejas rojas y calabacín.
En esta primera etapa, cocinaremos habitualmente al vapor, exceptuando los cereales, que se deben hervir con una proporción de agua especifica.
Hay diferentes formas de cocinar al vapor: con un accesorio de vapor que se acopla a la olla, con una olla a vapor, o bien con la Babycook, un aparato eléctrico que sirve para cocer y triturar.
Para la cocción recomendamos usar agua mineral –de botella o de ósmosis–, y no del grifo. La de mineralización muy débil es la más adecuada, puesto que, en este caso, el agua también es un alimento que sirve para cocer y que nos ayuda a trabajar la textura que buscamos.
Empezaremos con purés y, progresivamente, tenderemos hacia una textura con más trocitos, tipo semitriturado. Conviene variar la textura lentamente para facilitar, más adelante, la introducción de los alimentos sólidos, que, de este modo, se aceptarán de forma natural. No es recomendable que el bebé coma siempre un triturado fino, puesto que esto puede dificultar el cambio.
Evolución de la textura:
Puré de zanahoria > semipuré > trocitos de zanahoria > zanahoria
El tiempo de trituración es muy corto; por este motivo siempre es mejor hacerlo treinta minutos antes de la comida. De todos modos, si algún día nos vamos fuera, podemos dejarlo hecho antes o también tenemos la opción de llevarnos potitos ecológicos. Para calentar, recomendamos el baño maría en detrimento del microondas.
La etapa de introducción es un buen momento para conocer y redescubrir la alimentación.