Más allá de cenar temprano y no mucho, nada de crudos ni de alimentos fríos, no mirar ninguna pantalla la hora antes de ir a dormir, ni hacer ejercicio a última hora de la tarde, ni tomar un café o té a partir de las seis aproximadamente, e intentar dormir hacia el lado derecho… quizá el insomnio o la dificultad para dormir tiene una razón más profunda, en algún desequilibrio interno que nos hace estar alerta cuando deberíamos estar durmiendo.
La Sociedad Española del Sueño, en las últimas encuestas, mostraba que siete de cada diez personas tiene alguna alteración del sueño, y que este hecho crece año tras año. ¿Qué puede ser que cada vez nos haga dormir menos o peor? ¿El estrés? ¿Las preocupaciones? ¿Las radiaciones en el hogar?
Cada cuerpo es un mundo, es el resultado de un conjunto de mil variables y casualidades genéticas y de estilo de vida. A todos nos afecta diferente lo que hacemos, lo que pensamos y lo que comemos.
El sueño según la medicina tradicional china
El insomnio es el resultado de un desequilibrio del Qi en el que intervienen diferentes órganos y meridianos, ya pueden ser de corazón, hígado, riñón, intestinos o bazo.
Durante la noche, el cuerpo hace diferentes procesos de reparación y regeneración de los órganos. Si os soléis despertar en una franja horaria concreta durante semanas puede significar una sobrecarga en un órgano en concreto.
En horario de primavera y otoño:
- El hígado sería entre la 1 h y las 3 h.
- Los pulmones de 3 h a 5 h de la noche.
- Y los intestinos hacia las 5 h – 7 h de la mañana.
Puede ser tan grande la carga energética que en el momento nocturno en el que esté más activo aquel órgano os despierte mentalmente.
Las cándidas y su relación con los atracones dulces nocturnos
La candidiasis intestinal es un problema oculto más extendido de lo que creemos. Una vez en los intestinos, estos hongos se pueden convertir en un micelio micótico que penetra la mucosa y puede generar permeabilidad intestinal y toxicidad.
Hay muchas personas que tienen el síndrome de alimentación nocturna (necesidad de levantarse a media noche a comer)
La prestigiosa doctora Lena Mercadal comenta que “si alguna vez has sufrido el virus de la mononucleosis, lo más seguro es que en un futuro tengas cándidas intestinales y te sientas triste, cansado, decaído y con ansiedad”. Podrás saberlo si en una analítica de sangre miran los anticuerpos de Epstein-Barr o citomegalovirus.
Lo más curioso es que una candidiasis extensa, aparte de generar ansiedad, sobre todo por el dulce, lo suele hacer a las primeras horas de la mañana, cuando quizá aún se duerme (hay mucha actividad en el intestino entre cinco y siete de la mañana).
Hay muchas personas que tienen el síndrome de alimentación nocturna (necesidad de levantarse a media noche a comer). Un estudio hecho por la compañía Jawbone confirma que el cuerpo pide alimentos más grasos y dulces a altas horas de la noche. La candidiasis podría ser una causa; por eso es muy importante comer de forma equilibrada y limpia durante el día para que el cuerpo no sufra de noche, y descanse.
La falta de serotonina, principal causa del insomnio
La falta de serotonina es una de las causas de insomnio más estudiadas actualmente. Se puede mirar con una analítica de sangre si hay déficit, pero es más complicado de ver si realmente se está absorbiendo bien o si la serotonina cruza correctamente la barrera hematoencefálica.
Además, como dice el psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer, quizá producimos un exceso de triptofanasa, enzima que anula la acción del triptófano (el precursor de la serotonina). Lo podremos saber si, además de dormir mal, nos huele mal el aliento y tenemos flatulencias malolientes.
El exceso de cortisona no te deja descansar
El gran mal de todos los males: saber gestionar las preocupaciones, dejar el trabajo en la oficina y desconectar. Cada vez se hace más evidente la fuerte intervención del exceso de cortisona (la hormona del estrés) en la degradación de los intestinos (donde se supone que se produce más del 80% de la serotonina y donde hay tanta conexión nerviosa a través de los neurotransmisores).
Quizá, pues, nos estamos cargando el segundo cerebro, de tanto usar el primero.
Para dormir mejor hace falta más cuerpo y menos mente
Para dormir mejor hace falta más cuerpo y menos mente. Más respirar, sentir y menos pensar. Cuando la mente está tranquila, el cuerpo está relajado, y muy a gusto. Dormimos. ¿Cuáles son los momentos que recordáis en los que estabais muy a gusto? ¿En los brazos de alguien? ¿De vacaciones? Buscad el equilibrio, buscad aquello que os dé paz y os deje descansar por las noches.
A veces cansarnos no es la solución; para los niños quizá sí, pero los adultos, a veces, cuanto más cansados físicamente estamos, más nos cuesta dormir. ¿Os ha pasado que, estando de vacaciones, visitando una ciudad occidental, ante tantos estímulos, cuando queréis ir a dormir, notáis que el cuerpo y la cabeza no paran?
Meditar por la tarde es una gran herramienta para ayudar a dormir más y mejor. Con los ojos cerrados, sin ruido (o con el sonido del gong), con una luz tenue, temperatura agradable y sin pensar en nada, nos centramos en la respiración, en cómo entra por la nariz, hincha el cuerpo y sale por la boca poco a poco, cada vez más. Cada vez que venga un pensamiento dejadlo ir, y volved a concentraros en la respiración.
Evita la sobrecarga de radiaciones en casa y gana al insomnio
Tal como contaba el geobiólogo Pere León, todos los aparatos electrónicos que tengamos en casa pueden cargar el espacio, en el que será difícil relajarse (pensad en las personas que tienen sensibilidad química múltiple).
Algunas ayudas naturales para el insomnio
- Batido de leche de avena con semillas de amapola de California molidas.
- Infusión de raíces de kavakava.
- Ashwagandha en polvo o comprimido.
- Jatamansi en aromaterapia.
- Acupuntura: según cada caso, puede ayudar mucho que hacer fluir la energía de los meridianos y a desbloquear puntos con tensión.
¿Tienes problemas para dormir o te despiertas todavía cansado?
¿Qué pasaría si te dijera que tu intestino y tu cerebro están conectados y que tu intestino podría estar contribuyendo a tu falta de sueño?
Dormir por la noche y estar despierto durante el día es fisiológico y ocurre gracias a los ritmos circadianos. Los ritmos circadianos provocan que durante el día tengamos un aumento de cortisol y por la noche, gracias a la oscuridad, fabriquemos melatonina.
¿Qué pasa cuando duermes mal? Cuando el sueño se altera, el descanso no es reparador y hay un aumento de las citoquinas inflamatorias. Si hay insomnio hay un constante secuestro energético por parte del sistema inmunitario que genera dolor y también alteraciones del estado de ánimo. La inflamación crónica provoca un dolor y unas molestias constantes que no remiten.
Al mismo tiempo disminuye la dopamina, que es nuestra hormona de la felicidad, de la motivación y de las ganas de vivir. El insomnio hace que no haya energía ni para movernos, ni para pensar y ni para regular nuestra temperatura. El insomnio está ligado, además, a alteraciones de la conducta alimentaria y el sobrepeso.
Si estás atravesando un periodo de insomnio o te cuesta conciliar el sueño, debes saber que hay cambio de hábitos, alimentación y trucos mentales que te pueden ayudar a conciliar el sueño y no sentirte cansado todo el día. ¿Quieres conocerlos? Haz clic aquí o en el botón de abajo para descubrir como puedes mejorar tu descanso y calidad de sueño.
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