En el mundo moderno empezamos a dormir menos debido a la carga de tareas domésticas y de trabajo. Aunque los trastornos del sueño son comunes en ambos sexos, las mujeres son más propensas a padecerlos. Las mujeres son de 1,3 a 1,8 veces más propensas a desarrollar insomnio, por ejemplo, que los hombres.

mujeres sufren más insomnio que los hombres

Causas del insomnio femenino

Hay muchas razones por las que las mujeres duermen peor que los hombres:

  • Los cambios hormonales derivados de los estrógenos y la progesterona, que pueden provocar malestar.
  • La ansiedad y la depresión.
  • El embarazo.
  • El cuidado de los recién nacidos.
  • La menopausia y los sofocos nocturnos.
  • La síndrome de las piernas inquietas.

 

1-Cambios hormonales

Una de las posibles razones son las hormonas, como los estrógenos y la progesterona, que fluctúan más en las mujeres. Los cambios hormonales a lo largo de la vida de la mujer comportan (durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia) cambios de estado de ánimo, sensaciones desagradables, dolor, náuseas y síntomas vasomotores como sofocos que pueden perturbar y reducir el sueño.

Los cambios hormonales también pueden causar cambios de humor, ansiedad y depresión. De hecho, a las mujeres se les diagnostica ansiedad y depresión con el doble de frecuencia que a los hombres. La depresión puede aumentar o disminuir la cantidad de sueño, mientras que la ansiedad tiende a interrumpirlo.

2-Embarazo

El embarazo conlleva muchas molestias. La ansiedad por tener un bebé, la dificultad para encontrar una posición cómoda para dormir, la mayor frecuencia de visitas al baño para orinar, el dolor de espalda, los movimientos del niño y el malestar abdominal son algunos de los problemas durante el embarazo que pueden alterar el sueño. También puede causar dificultades respiratorias mientras se duerme, como la apnea (donde dejas de respirar unos segundos).

Las soluciones a una mala noche, como hacer la siesta, pasar más tiempo en la cama o aumentar la ingesta de cafeína pueden perpetuar las dificultades para dormir.

Los tratamientos farmacológicos, que incluyen hipnóticos y sedantes como las benzodiacepinas, son desaconsejados durante el embarazo por la posibilidad de que aparezcan efectos adversos.

Los antihistamínicos de venta libre y las sustancias herbáceas y nutricionales tienen menos riesgos, pero sin estudios que confirmen su seguridad no se recomienda su uso en mujeres embarazadas.

3-Cuidado de los recién nacidos

Una vez han nacido, los bebés también pueden perturbar el sueño. Los llantos de los recién nacidos alteran el sueño tanto de las mamás como de los papás, pero las mamás tienden a asumir una mayor responsabilidad en la crianza de los hijos y suelen ser las primeras que se levantan por la noche. En los primeros meses para amamantar (o dar biberón) y de mayores para atender los despertares nocturnos.

4-Menopausia

En general, se empieza a dormir peor y el sueño se vuelve más ligero cuando envejecemos. En el caso de las mujeres, durante la menopausia, la bajada de estrógenos puede ser la causa del insomnio.

La menopausia provoca un cambio en la regulación de la temperatura con aparición de los temidos sofocos, depresión y dolor, que pueden provocar alteraciones del sueño. Además, las mujeres, con sofocos y sudores nocturnos, tienen más probabilidad de padecer la síndrome de las piernas inquietas.

La reducción de estrógenos puede provocar nicturia (orinar durante la noche) y fragmentación del sueño.

Tratamiento farmacológico en la menopausia

Los tratamientos farmacológicos más comunes para el insomnio son hipnóticos, sedantes y antidepresivos. Concretamente, los hipnóticos y sedantes como el zolpidem han demostrado su eficacia en el uso a corto plazo para el tratamiento del insomnio inicial agudo. Sin embargo, puede producirse tolerancia, abstinencia, dependencia y depresión de rebote al interrumpir el tratamiento cuando estos tipos de fármacos se utilizan durante más de dos semanas.

Por otra parte, en las mujeres menopáusicas existe la terapia de reemplazo hormonal (TRH) para el tratamiento de los sofocos y la prevención de los efectos indeseados de la menopausia. Es importante entender que la terapia de reemplazo hormonal es muy efectiva pero no es adecuada para todas las mujeres, ya que puede aumentar las posibilidades de problemas cardiovasculares, formación de coágulos y problemas de cálculos biliares.

Se deben valorar los pros y los contras, como el tipo de terapia hormonal, la dosis y la duración del tratamiento y llevar un control periódico con un profesional médico. De hecho, ya no se prescribe tanto como antes por sus efectos adversos.

En general, para las mujeres, se debería recetar progestágeno junto con estrógeno para proteger contra el cáncer.

Enfoque integrativo para el tratamiento del insomnio

Han ganado popularidad para el tratamiento de los síntomas de la menopausia suplementos dietéticos como la cimicifuga, el omega-3,  la valeriana y las isoflavonas de soja.

  • La cimicifuga es una planta útil en el tratamiento de síntomas climatéricos como sofocos, sudoración abundante, trastornos del sueño e irritabilidad nerviosa.
  • Los omega-3, ácidos grasos esenciales del pescado azul, comportan un beneficio significativo en los sofocos y en los síntomas depresivos durante la menopausia.
  • La planta de la valeriana puede ser eficaz en el tratamiento de los sofocos entre las mujeres que son reacias a recibir terapia hormonal.
  • Las isoflavonas, derivadas de la soja, son fitoestrógenos que se unen con fuerza a los receptores de estrógenos β y de manera más débil a los receptores de estrógenos α. En los estudios se demuestra que ejercen una mejora de los sofocos, atenúan la pérdida de densidad mineral ósea y mejoran el nivel de la glucosa.

Más allá de los suplementos, se ha demostrado que la quiropráctica, los ejercicios de potenciamiento de suelo pélvico, el pilates o el yoga ayudan a dormir más a gusto. Concretamente, el ejercicio físico también tiene un gran potencial para ayudar a la mujer a dormir bien durante toda su vida fértil, ya que favorece la circulación sanguínea.

La acupuntura es otra buena opción, principalmente en el tratamiento de la ansiedad, el estrés o los sofocos pero también en la mejora subjetiva de la calidad del sueño, incluso en mujeres con sobrepeso u obesidad con mucha ansiedad por comer dulce y salado.

Es importante subrayar que la calidad y el horario de las comidas, así como el mantenimiento de un peso normal, son fundamentales para prevenir comorbilidades que pueden derivar también en trastornos del sueño.

¿Qué podemos hacer para mejorar la calidad del sueño?

Muchas veces el insomnio está infravalorado e incluso normalizado, pero las consecuencias de no dormir son múltiples y seguramente se relacionan con molestias o patologías que sufres.

Si sufrís insomnio crónico o ocasional, si os cuesta conciliar el sueño, o sentís que no descansáis correctamente y os levantáis con cansancio, y queréis entender qué está pasando en vuestro organismo y buscar soluciones para mejorarlo, os acompaño en un programa online de 30 días en el que os ayudo a recuperar vuestro descanso y vuestra salud.

 

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Marcello Soi
Marcello Soi

Licenciado en Química y Tecnologías Farmacéuticas

Farmacéutico / Dietista / Psiconeuroinmunólogo