Las mascotas, como las personas, tienen su pirámide alimentaria: la base de la pirámide nutricional es la que los fabricantes denominamos “alimentación básica” y serían todos los henos (hierba seca o legumbres secas, cortadas). Es “básica” porque es imprescindible en la dieta de conejos, conejillos de indias y chinchillas.

Alimentación roedores

 

Pero estos animales no pueden vivir solo con heno, que supone un 80% de su alimentación diaria.

Después está la ”alimentación completa”, que es el pienso. Es “completa “porque este producto lleva heno, fruta, verdura, cereales y vitaminas. Pero se debe racionar en una porción muy pequeña al día; supone un 10% de su alimentación diaria. Por lo tanto, se llama “completa” por su contenido, pero solo con eso no se pueden alimentar, ya que es mucho más imprescindible el heno. Muchos problemas de obesidad vienen causados porque los propietarios solo dan pienso a la mascota y no heno.

El otro 10% de su alimentación es la fruta y la verdura, muy importante para obtener las vitaminas y los minerales que necesitan.

Finalmente está la “alimentación complementaria”, que serían otros henos no tan vitales, mezclas con hierbas medicinales, snacks, etc. que se ofrecen como un complemento a la dieta de la mascota.

Hay que dar la fibra y la proteína adecuada según el estado de salud de cada mascota, o bien si gesta o lacta.

Si hablamos con los expertos, no hay consenso sobre si es necesario que la comida de las mascotas sea eco o no. Xavier Valls, de la Clínica Veterinària Exòtics, cuenta: “No tenemos confirmado que usar colorantes o productos transgénicos sea perjudicial”. Y añade que “el problema que solemos tener es que los alimentos pensados para estas mascotas especiales son productos mal equilibrados por lo que respecta a proporciones de proteína, grasas y hidratos de carbono, o que tienen poca calidad biológica”.

¿Mal equilibrados? ¿Poca calidad biológica?

Nos reunimos con los productores Ribero SAT, en Gerb, para averiguarlo. Una marca recomendada por los lectores de la revista en el grupo de Facebook (edición catalana) que fabrica alimentación completa NO OGM, tanto en la composición natural como en el formato de piensos (que ellos han bautizado como productos Green nature).

Núria Salmons, directora, comenta: “ Hay un gran desconocimiento sobre estas mascotas, ya que los colorantes y los productos transgénicos son los que hacen que estos animales, que antes vivían más de diez años, actualmente mueran de cáncer u otras enfermedades con cuatro”. A pesar de todo, afirma, no hay estudios que demuestren que los productos no transgénicos beneficien a estos animales.

Dar heno de buena calidad y variado es muy importante, como también racionar la alimentación completa.

Ahora bien, el profesor de la Universidad de Caen Gilles-Eric Seralini –que participa con Slow Food de Lleida y temas de consumo humano– ha demostrado el daño que causa alimentar a ratas con alimentos transgénicos: “Los resultados son alarmantes. Observamos, por ejemplo, dos o tres veces más mortalidad entre las hembras tratadas con transgénicos”. Un estudio muy controvertido financiado por la fundación CERES y dirigido por él mismo concluye que hay entre dos y tres veces más tumores en las ratas de ambos sexos.

Desde Ribero SAT, nos confirman las malas composiciones de los alimentos: “No podemos dar la misma comida a conejos, conejillos de indias, ardillas, hámsters, chinchillas…”.

¿Y qué dicen los propietarios de roedores? ¿Cómo los alimentan? ¿Consumen productos eco o no transgénicos?

La nutricionista Mireia Gimeno se ríe: “Cuando vivía en Barcelona a mi conejita le daba lechuga y rúcula, entre otros, del Veritas”. Otros lectores nos recomiendan marcas como Zupreem, que, aunque es menos conocida, tiene productos de calidad media-alta por lo que respecta al heno. También los snacks Roeditos, Vegetix y Fruitix de Ribero SAT. Internacionalmente, el referente en el mercado es la marca Oxbow en Estados Unidos y JrFarm en Europa.

Txell Costa
Txell Costa