Vivimos en una sociedad contradictoria e incoherente en la que sabemos más de cómo evitar un embarazo que de cómo lograrlo. Pasamos largo tiempo intentando no quedar embarazadas y eso nos lleva a la falsa creencia de que, cuando dejemos de poner precauciones, el embarazo llegará por arte de magia, pero solo a veces es así de sencillo.
Lamentablemente hemos de reconocer que nuestro contexto no apoya la fertilidad, no se potencia un estilo de vida natural y fértil, nos rodean miles de agentes tóxicos que atentan contra la fertilidad y, además, las condiciones sociales y económicas han hecho que retrasemos la edad de concebir y ahora lo habitual es tener hijos a la edad en la que generaciones anteriores eran abuelas. En este contexto es importante aprender herramientas que ayuden a lograr un embarazo lo más natural posible.
La fertilidad es cosa de dos
En general, las mujeres recibimos más diagnósticos (a veces incompletos) de infertilidad y también adoptamos un papel más activo en la búsqueda, pero para lograr un embarazo natural la implicación de la pareja es fundamental. A esto le tienes que sumar que la infertilidad masculina está infradiagnosticada e infravalorada en el mundo de la reproducción por la falsa de creencia de que cómo hay millones de espermatozoides alguno estará bien.
Antiguamente se pensaba que el óvulo era una célula pasiva que se dejaba fecundar por el espermatozoide más hábil de la tribu eyaculatoria, pero gracias al estudio realizado por el Instituto de Investigación Pacific Northwest, hoy sabemos que el óvulo es activo y selectivo, y tiene capacidad para seleccionar al mejor espermatozoide y poder reparar un esperma fragmentado, pero parece que solo ocurre cuando somos muy jóvenes y con una buena salud ovocitaria.
Ya veis que es clave que os preparéis en pareja y, aunque el peso femenino contrastadamente es mayor, la participación masculina es altamente importante, así que no hay excusas: aunque tengáis muchos millones de espermatozoides no os confiéis ni os conforméis con no cuidaros y haced cambios en vuestra vida si queréis tener un hijo.
La importancia de la preparación
Seguramente tener un hijo es el acto más sagrado e importante que vamos a hacer en nuestra vida y es para el que menos preparados estamos. ¿Os habéis fijado en el tiempo y cariño que invertimos en preparar un viaje, una boda, una cita y lo poco que dedicamos a algo tan importante, transformador y de tanta responsabilidad cómo tener un bebé?
Por si no os he convencido, estas son algunas razones que justifican la preparación:
- Los óvulos y los espermatozoides tienen ciclos de maduración o producción de unos 100 días, así que el óvulo y esperma que den lugar a vuestro bebé son el resultado de lo que hicisteis en los tres meses anteriores a concebirlo.
- Cambiar lleva tiempo. Si tenéis carencias nutricionales, estados inflamatorios, sobrepeso, bajo peso, mucho estrés o algún desequilibrio de salud, necesitaréis un tiempo para revertirlo, porque tardamos en enfermar, pero también en recuperarnos.
- Los hábitos de vida influencian positiva y negativamente la fertilidad y cambiar hábitos nocivos y las consecuencias negativas que han generado lleva tiempo, como he dicho en el punto 2.
- Los tratamientos de reproducción. Si vais a hacer un tratamiento de reproducción asistida, la preparación es aún más importante. Tanto para generar un óvulo y un espermatozoide de calidad cómo para preparar el cuerpo para la implantación en condiciones artificiales.
- Programando de la salud del bebé. La salud y la historia de un bebé se empieza a escribir antes de que nazca y viene condicionada por la calidad de los gametos que generaron el embrión y por el ambiente metabólico de los meses de gestación. El doctor David Baker, con su teoría de programación fetal, planteó evidencias suficientes para considerar que la programación de la salud para el resto de la vida se realiza de acuerdo a las condiciones en que se da nuestra estancia en el útero materno, lo que es igual de importante que nuestra carga genética y determinará nuestro desempeño mental y físico el resto de la vida. El ambiente metabólico (consecuencia de la nutrición física y emocional) que existe en el organismo materno influye en el feto y determina su salud.
9 hábitos fértiles para aumentar las posibilidades de embarazo
Lograr un embarazo es fácil y difícil al mismo tiempo, ya que la fertilidad es multicausal. Si lleváis tiempo buscando un embarazo sin lograrlo, parad un momento a comprender qué ocurre para poder actuar y resolverlo. A continuación, resumo los “hábitos fértiles” que pueden ayudar a mejorar vuestras posibilidades.
- Cronobiología. Respetad los ritmos circadianos siguiendo al máximo posible el ciclo de luz y oscuridad. Exponeos a la luz solar para equilibrar la vitamina D y para ordenar las hormonas y evitad el exceso de luz en casa si fuera está oscuro.
- Descanso. ¿Cuántas horas dormís sin despertador? Esas son las horas que necesitáis. Ahora comparadlo con las actuales y veréis si hay algo que debáis corregir. Además, está comprobado que la melatonina ayuda a mejorar la ovulación.
- Tóxicos. Los tóxicos a los que estamos expuestos diariamente comprometen seriamente nuestra fertilidad tal como se ha demostrado en multitud de estudios. Evitad sobre todo BPA, ftalatos presentes en plásticos y fijadores de aroma. Evitad plásticos de todo tipo y usad cosmética y productos del hogar respetuosos.
- Ejercicio. ¡Moveos! Hacer ejercicio aporta salud y corrige desequilibrios que pueden estar influenciando en la fertilidad. Durante el embarazo también será muy importante el ejercicio.
- Hidratación. Somos un 75% agua y todas las células del cuerpo necesitan agua sin excepción. En caso de déficit, el cuerpo prioriza los órganos y células vitales para la supervivencia y reproducirse no lo es. Por tanto, los primeros órganos y células en sufrir la deshidratación son los “menos vitales” cómo óvulos, esperma o útero, según el lenguaje de la biología.
- Microbiota. Nuestro ecosistema particular tiene más influencia en la fertilidad de lo que creemos. Lo primero que ve un embrión es el ambiente microbiano de la cavidad uterina y se estima que el 15% de las mujeres tiene vaginosis bacteriana asintomática, así que una buena revisión y analíticas con un buen especialista actualizado puede ahorrar tiempo, dinero y disgustos. Existe una correlación entre los resultados adversos del embarazo y una microbiota endometrial pobre en especies de Lactobacillus. Nuestro microbioma está influenciado por muchos factores, como el estrés, la alimentación, el ambiente, el uso de antibióticos o incluso el microbioma de nuestras parejas. Podemos mejorarlo mediante alimentos pre y probióticos o con una dieta más saludable, por ejemplo, pero no lo podemos controlar al 100%, ya que depende de muchos elementos.
- Meditad o dedicad tiempos de silencio y conexión. Si no habitáis vuestro cuerpo, es cómo si pedís un producto por internet y no estáis en casa para recibirlo cuando llega el mensajero. La meditación, la atención plena, el silencio o simplemente poner intención en el cuerpo ayuda a apagar la energía mental, porque para lograr un embarazo necesitamos la energía en la parte baja del cuerpo, no en la parte alta.
- Conocer el cuerpo. Si no sabéis cómo funciona vuestro cuerpo, no sabréis optimizar vuestras posibilidades. ¿Estáis seguras de que ovuláis? ¿Sabéis el día? ¿Reconocéis el moco fértil? ¿Sabéis si vuestro ciclo menstrual es fisiológico? ¿Tenéis suficiente progesterona? ¿Hay exceso o déficit de estrógenos?
- Sexualidad. Poned energía en que la fertilidad no gestione vuestra sexualidad. Innovad, tened creatividad, conectaos con el placer; eso no solo os une como pareja, sino que parece que la potencia del orgasmo puede contribuir favorablemente en el deseado encuentro del óvulo y el espermatozoide.
Alimentos para lograr el embarazo
Comed lo que contribuya a mejorar vuestra salud. No existe una dieta única válida universalmente, sino que esta debería adaptarse a vuestro estado, a vuestras características y a vuestro momento vital. En nuestro contexto, sobra comida y faltan nutrientes. La mayoría de dietas y recomendaciones que veo están orientadas a mejorar la calidad del óvulo o del esperma o del útero sin tener en cuenta que esas células y órganos están dentro de una persona que vive en un contexto con una serie de características. En fertilidad lo perfecto no debe restar valor a lo bueno y, si entrar en obsesiones y extremismos nunca es bueno, en fertilidad es nefasto, a no ser que exista un problema importante de salud que justifique una pauta estricta de forma temporal.
La alimentación para lograr el embarazo podría resumirse en: Escuchar el cuerpo, comer alimentos y no productos, potenciar el descanso digestivo con ventanas de ayuno, comer al 80% de la capacidad (sobre todo por la noche) y elegir los alimentos de la mejor calidad que sea posible permitirse.
Como sé la ansiedad que generan estos conceptos abstractos a los que estáis en búsqueda activa de un bebé, voy a intentar concretar las recomendaciones en consignas más prácticas.
- Haced una dieta muy rica en antioxidantes y polifenoles. En general las verduras deben representar el 60% de la alimentación y estar presentes en todas las ingestas. Priorizad los frutos rojos. Seguid una dieta rica en colores para aportar gran cantidad de antioxidantes.
- Incorporad grasas de buena calidad, como huevo, pescado azul, semillas, AOVE y, si os gustan, también las vísceras.
- Adecuad el nivel de hidratos de carbono a vuestro caso personal. En caso de SOP, resistencia a la insulina, sobrepeso, o mala calidad ovocitaria quizás habría que limitarlos. Si hay problemas con el ciclo, fatiga adrenal o mucho estrés quizás haga falta una pequeña cantidad de hidratos de carbono en todas las comidas.
- Tomad proteína animal o un suplemento de B12 si hacéis una dieta vegetariana. Priorizad carne y huevos de animales que crecen en libertad, pescado que no sea de piscifactoría y otros frutos del mar como pulpo, sepia, marisco… No toméis mucha cantidad y compensad siempre la proteína con mucha verdura.
- Eliminad algunos alimentos (sobre todo si hay inflamación, alergias, sobrepeso, problemas digestivos) por lo menos una temporada. Observad cómo os sentís sin ellos y luego valorad su reintroducción si lo queréis y volved a valorar: trigo (y según el caso, gluten), leche de vaca (se pueden mantener los fermentados de cabra u oveja), azúcar y edulcorantes, café, alcohol, y excitantes (sobre todo si hay problemas con la fragmentación del esperma).
Y otros consejos no estrictamente alimentarios, pero igualmente importantes:
- Valorad el estado de la tiroides con un especialista actualizado.
- Tomad el sol y, si es necesario, un suplemento para que el nivel de vitamina D sea óptimo. En los óvulos, ovarios y útero hay receptores de vitamina D y, si hay una insuficiencia, funcionan mal.
- Comprobad que no tenéis celiaquía o sensibilidad al gluten no celiaca. Ante la duda, eliminad el gluten (y los productos gluten-free) de la dieta.
- Visitad a un dentista integrativo: la salud oral tiene más influencia de lo que creemos en la fertilidad.
- Y aseguraros de entender qué es lo que está dificultando vuestra capacidad de concebir.
Los 5 nutrientes clave para lograr el embarazo
Aunque no hay ningún superalimento que por si solo os vaya a hacer más fértiles, hay algunos alimentos que, por los nutrientes que contienen, van a hacer que vuestros óvulos o espermatozoides estén más sanos.
- Ubiquinol: vísceras de animales y sardinas. A menudo, es complicado llegar con dosis alimentarias y se tendría que suplementar.
- Zinc: carne, pescado, pollo, marisco, huevos, pipas de calabaza, cereales integrales, germen de trigo.
- Vitamina E: germen de trigo, huevos, boniatos, aceites vegetales crudos, frutos oleaginosos sin tostar (nueces, semillas de lino, calabaza,
girasol, almendras, avellanas…), cereales integrales, cebada y algunas verduras de hoja verde. - Folato: Las mejores fuentes son verduras de hoja verde (acelgas, espinacas, brócoli, espárragos…), también aguacate, lentejas e hígado.
- Vitamina D: aceite de pescado como hígado de bacalao, los huevos, la leche y la mantequilla y la exposición solar.
Cómo potenciar la fertilidad de manera natural
La fertilidad debería ser una invitación a chequear vuestro estilo de vida, que va a ser el ejemplo en el que va a crecer vuestro deseado bebé, y también a valorar la razón por la que queréis tener un hijo y a daros cuenta de los motivos. En este punto, permitidme que os recuerde que un hijo no puede venir a llenar nada ni a dar sentido a vuestras vidas; esa es vuestra responsabilidad vital. También puede ayudaros a revalorar vuestro proyecto de pareja, a reforzaros o a decidir emprender caminos separados y, en general, a lograr una vida más saludable porque si la fertilidad está comprometida hay algo que no funciona cómo debería. Cómo veis, prepararos para un embarazo es el mejor regalo y la mejor herencia que podéis hacer a vuestro hijo potencial y también a vosotros mismos.
En nuestras manos podemos hacer mucho para alimentar nuestra fertilidad y gestar hijos sanos. Primero se trata de entender el lenguaje del cuerpo y a comprender y acompañar sus necesidades. Conociendo qué hábitos y comportamientos alimentan la fertilidad y por qué; podréis descubrir qué alimentos pueden ayudaros y cómo organizar un menú para incluirlos. También es interesante para estos casos saber qué suplementos o técnicas pueden ayudaros, en caso de que sea necesario. Y lo más importante, aunque estéis en un tratamiento de reproducción, debéis tener un papel activo. Si esto resuena contigo, haz clic aquí o en el botón de abajo para descubrir cómo puedo acompañarte y hacerte este camino más fácil.
Más información |