limon_destacadaAgua y verdura. Ésta es la fórmula secreta para no resfriarse, asegura el psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer. “El agua permite que las mucosas estén bien hidratadas y que, por lo tanto, no se resequen”. En cambio, el abuso de cafés y refrescos provoca deshidratación porque hacen aumentar la diuresis.

Ahora bien, Verdaguer añade que las aguas de mineralización baja (como Sant Aniol, Ribes, Lanjarón) también deshidratan. “El consejo es mezclarlas con agua de mar en la proporción de dos tercios de agua de mineralización baja y un tercio de agua de mar”. La hidratación correcta favorece, además de que el cuello y la nariz estén sanos, que la piel tampoco esté seca.

¿Qué es un resfriado? Es el proceso que desencadena el cuerpo cuando detecta que una bacteria o un virus (microorganismos que están por todas partes) ha entrado en él. El cuerpo los combate con tos, estornudos, fiebre, mocos y sudor. El frío tiene gran parte de culpa de los resfriados, porque congestiona las mucosas, y los virus  entran cuando inhalamos.

Para prevenir gripes, en la despensa debe haber alimentos ricos en vitamina C y zinc, que hacen subir las defensas. Los cítricos, las verduras de color verde oscuro, los calabacines, el perejil o el pimiento son ricos en vitamina C. Así que si los cocemos al vapor o los hervimos, podemos tomar el agua, que contendrá mucha vitamina C.

A la hora de aprovechar el máximo zumo de los cítricos, se puede añadir un buen chorro de limón a los caldos, por ejemplo, u optar por una ensalada con pomelo y berros.

Por otro lado, encontramos zinc, que también previene los resfriados, en marisco, guisantes, habas, espárragos, perejil, apio, queso y pipas de calabaza.

Una propuesta de menú para reforzar defensas podría ser empezar el día con un vaso de agua tibia con limón y miel. “El limón alcaliniza y es rica en vitamina C, mientras que la miel tiene una función antibacteriana, que sería como un antibiótico natural”. Otra opción, por la mañana, es kéfir con un poco de miel, porque la miel es un prebiótico, que tiene nutrientes de las bacterias propias; y el kéfir es un probiótico, compuesto de bacterias sanas. A mediodía y por la noche, se puede hacer una crema de verduras o una ensalada.

El cuerpo tiene formas de avisar que necesita vitamina C y zinc. “La persona que no tiene suficiente vitamina C se hace moratones fácilmente, le sangran las encías, le salen puntos rojos pequeños en la piel”. La falta de zinc la indican los puntos blancos a las uñas, la caída del pelo, eccemas y picores, la piel grasa y también la poca libido.

Por otro lado, cuando la gripe ya ha llegado, la recomendación de Verdaguer es tomar infusiones de jengibre, regaliz, saúco y tomillo. “Si tenemos los pulmones cargados, las mejores infusiones son de lotus, jengibre y regaliz”. Para la fiebre, las preferibles son las de saúco y propóleo. Si sólo hay mocos, lotus, jengibre y regaliz. Y si hay afonía, o queda afonía residual, “el consejo es tres infusiones cada día de erísimo, con regaliz y jengibre”.

Los alimentos que ablandan los mocos son los que contienen el aminoácido cisteína, que está en ajos, cebollas y puerros. Así que un caldo de cebolla o una crema de verduras que lleve cebolla y ajo son ideales para la noche.

Y, finalmente, los shiitake y los champiñones son las setas recomendables, porque refuerzan el sistema inmunológico, de forma que Verdaguer los recomienda tanto para curar resfriados como para prevenirlos también.

Trinitat Gilbert
Trinitat Gilbert

Periodista

  @trinigilbert