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«El cáncer no es producto de nuestra voluntad pero, cuando aparece, podemos cambiar el sentido y la dirección de la enfermedad gracias a una alimentación consciente«, afirmaba rotundamente Joan Vidal-Jové, cirujano y oncólogo, experto en alimentos, plantas y nutrientes en una conferencia organizada por Etselquemenges el 2012 en el Auditorio Axa de Barcelona. De hecho, añadía el médico, «el cáncer es una de las enfermedades de las que no sabemos el porqué pero sí el cómo».

La importancia de la alimentación saludable está comprobada, por estudios científicos, que aseguran que previene entre un 60 y un 70% la aparición de la enfermedad. La pregunta clave sería: ¿Cuál es esa alimentación?

Una dieta diaria adecuada, que «contribuiría a curar» las enfermedades tumorales y ayudaría a prevenirlas, incluiría:

  • Calorías adecuadas, no excesivas
  • Vegetales en abundancia, incluyendo crucíferas y ajo
  • Fruta
  • Mucha fibra
  • Sin azúcar refinado
  • Sin harina refinada
  • Pocas grasas, pero con ácidos grasos esenciales
  • Sin carne roja
  • Equilibrio en omega-3 y omega-6, incluyendo DHA
  • Linaza y granada, como fuente de fitoestrógenos mediterráneos
  • Un suplemento de 200 mg/día de selenio
  • Un suplemento de 1.000 mg/día de metilcobalamina (vitamina B-12)
  • Ácido fólico abundante (procedente de vegetales verdes)
  • Una exposición solar adecuada para obtener vitamina D
  • Riqueza en antioxidantes y fitoquímicos de frutas y vegetales, incluyendo caroteno, criptoxantina, vitamina C (de alimentos) y vitamina E (de alimentos)
  • Mucha clorofila
  • Un suplemento de probióticos beneficiosos
  • Un suplemento de enzimas orales

 

Explicación punto por punto:

  1. No se deben ingerir más cantidades de calorías de las que el cuerpo necesita.
  2. Ejemplos de crucíferas: coles, coliflores. El ajo, comido especialmente crudo, untado, cortado a trozos pequeños y poco cocinado.
  3. Mejor fruta natural.
  4. La fibra se puede encontrar, por ejemplo, en los cereales integrales.
  5. Se puede optar por otros endulzantes naturales como la estevia, que se añade a cualquier formato, yogures, pasteles, leches, etc.
  6. Se puede optar por otros tipos de harinas, como la harina integral, de kamut o de espelta.
  7. Las grasas que hay que evitar son, especialmente, las animales. Los ácidos grasos esenciales por los que hay que optar son los omega-3 (presentes en los peces pequeños, en las nueces y las acelgas) y los omega-6 (presentes en los aceites).
  8. La carne roja como la de ternera, por ejemplo.
  9. El DHA es el omega-3 por excelencia, es en lo que transforma el organismo el omega-3.
  10. La granada es la soja del Mediterráneo. Muy importante especialmente para las mujeres, porque necesitan los fitoestrógenos en etapas como la menopausia. A la hora de comer la granada, incorporad también la parte blanca, donde están los granos rojos. Aquella especie de piel interior es la que contiene más fitoestrógenos. La linaza es rica en omega-3.
  11. 200 microgramos al día de selenio, que es un antioxidante y que se toma como suplemento.
  12. 1.000 microgramos al día de metilcobalamina. También se toma como suplemento.
  13. La zanahoria contiene carotenos; los cítricos, la vitamina C y también la vitamina E.
  14. La clorofila se encuentra en los alimentos verdes.
  15. Encontramos probióticos en el kéfir, por ejemplo.
  16. Las enzimas orales son la papaya, la piña, o también se pueden tomar como suplemento.

Para más información:

Michael S. Donaldson (2,004) «Nutrition and cancer: A review of the evidence for an anti-cancer diet». Nutrional Journal.

Trinitat Gilbert
Trinitat Gilbert

Periodista

  @trinigilbert