Desde la antigüedad, el ser humano –especialmente en las culturas tradicionales asiáticas como el ayurveda o la medicina tradicional china– ha usado la canela, una especia de fragancia y sabor característicos, ya que aporta beneficios tanto a nivel culinario –ya que preserva los alimentos gracias a su acción antimicrobiana y proporciona aroma y sabor a los platos– como a nivel terapéutico.

Existen diversas variedades, pero son dos las que suelen comercializarse: la canela de Ceilán (Cinnamomum verum), procedente de la región de la antigua Sri Lanka, y la canela Cassia (Cinnamomum cassia), que principalmente viene de China.

Debido a las diferencias entre ambas es importante conocerlas, pero diferenciarlas no es tarea fácil, sobre todo en formato en polvo. Lo mejor para saber de qué canela se trata es mirar el origen en la etiqueta o preguntar directamente al proveedor. Aunque si en el etiquetado no lo indica, con toda probabilidad estemos delante de la Cassia, que, además, tiene un precio inferior.

A grandes rasgos, mientras que la variedad Ceilán es más indicada para calmar problemas digestivos por sus propiedades antisépticas, antidiarreicas y antiflatulentas, la Cassia parece más adecuada para problemas metabólicos por sus cualidades hipoglucemiantes e hipocolesterolemiantes.

¿Podemos diferenciarlas?

Ambas proceden de árboles del género Cinnamomum y se extraen de su corteza interior, que, al ser cortada, se enrosca sobre sí misma y forma su aspecto característico de canutillos o ramitas.

La canela de Ceilán tiene un color pardo claro y un sabor más dulce y delicado. Se enrosca en una sola espiral y tiene una consistencia fina y quebradiza. Por otro lado, la canela Cassia tiene un color ligeramente más oscuro y un sabor más fuerte y amargo. Se enrosca en doble espiral y es más gruesa y dura, por lo que suele formar parte de diferentes adornos.

Esta última contiene una gran cantidad de cumarina, lo que puede ser un problema si somos grandes consumidores de esta especia.

¿Cuál escoger?

La cumarina es un compuesto orgánico que, en el mundo vegetal, tiene una función defensora ante los depredadores. Si la ingerimos en poca cantidad no supone ningún problema, pero consumida en exceso podría, en algunos casos, producir un daño hepático y renal. Además, tiene un efecto antagonista a la vitamina K, con lo que podría, en caso de lesión, comportar riesgo de hemorragia.

Por ello, y porque la cumarina también se encuentra en otros alimentos, como el pomelo, las alcaparras o en hierbas como la manzanilla, es más recomendable priorizar el consumo de la canela de Ceilán para no pasarnos.

Además, hay que recordar que la canela en general está contraindicada durante el embarazo y la lactancia

¿Qué es lo que le proporciona ese sabor y aroma tan característicos?

El sabor es una cualidad combinada de diversos compuestos aromáticos y, en algunas especias, como el clavo, el anís o la canela, entre otras, uno de los compuestos predomina y aporta su carácter principal. Concretamente en la canela, el protagonista es el cinamaldehído. Este fenol tiende a hacerse más persistente en boca a medida que comemos y saboreamos. El sabor de la Cassia es mucho más intenso, como ya hemos mencionado, precisamente porque tiene un contenido de cinamaldehído mucho mayor.

Para tener una ligera idea, en la canela, los componentes que aportan sabor y su correspondiente nota o carácter son:

  • Canela de Ceilán: cineol (ligeros/fresco), linalool (ligeros/floral), cariofileno (cálidos dulces/madera), cinamilacetato (cálidos dulces/anís), cineol y eugenol (otras cualidades/penetrante) y cinamaldehído (otras cualidades/distintiva).
  • Canela Cassia: cinamilacetato (cálidos dulces/dulce), metoxicinamato (otras cualidades/penetrante) y cinamaldehído (otras cualidades/distintiva).

Para curarnos en salud y que no nos den una canela por otra, lo ideal sería disponer de un proveedor de confianza como Raab Vitalfood, que nos garantiza el uso de canela de Ceilán (C. verum) en sus artículos. Además de poseer certificación ecológica, al no manipular alimentos con gluten, sus productos son aptos para personas con celiaquía.

Entre ellos, destacan unos comprimidos masticables de canela en polvo completamente veganos y, como novedad, nos presentan una explosiva mezcla de canela y chili en polvo: la canela latte orgánica. También disponen de otras mezclas en polvo para preparar bebidas calientes a base de jengibre, cúrcuma e incluso té matcha, que harán las delicias de los paladares más exigentes.