El azafrán es una pequeña planta con flores color malva. Cada una de estas flores contiene tres estigmas que se separan de forma manual. Además de destacar por su indiscutible valor en la cocina y la cantidad limitada que se cosecha, lo arduo de esta tarea es una de las razones por las que esta especia tiene un precio tan elevado y se conoce como “el oro rojo”. De hecho, se estima que, para conseguir 1 kg de azafrán, se necesitan unas 250.000 flores aproximadamente. Así que podéis imaginar.

Estos estigmas contienen diversos compuestos bioactivos a los que se les atribuyen beneficios medicinales. Entre ellos destacan la crocina (compuesto carotenoide que da el color de las hebras), la crocetina, el safranal (responsable del típico aroma del azafrán), y derivados del kaempferol (con acción antioxidante).

Al azafrán se le atribuyen propiedades neuroprotectoras, antiinflamatorias y antioxidantes. Y parece que puede ser útil para regular las menstruaciones y reducir el síndrome premenstrual, mejorar algunos síntomas de la menopausia (como los sofocos y sudoraciones), aliviar la fiebre y favorecer la digestión, además de ser muy beneficioso como tratamiento antidepresivo leve o moderado.

El azafrán para la salud mental

Como hemos mencionado, el azafrán tiene múltiples beneficios, pero destaca especialmente por ser útil en tratamientos de depresiones leves a moderadas y también sobre la decadencia cognitiva en sujetos con riesgo a padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Tiene la capacidad de elevar el estado de ánimo, de reducir el estrés y la ansiedad, y de mejorar la calidad del sueño. De hecho, hay estudios que incluso lo comparan con el Prozac, aunque sin los efectos secundarios del fármaco.

¿Cómo podemos saber si nuestro azafrán es de calidad?

Igual que sucede con otros productos, el fraude con el azafrán está bastante extendido. Existen ciertas plantas que se utilizan en lugar del azafrán para teñir de color los platos y dar un aroma similar. Y, aunque esto no tiene por qué implicar un problema para la salud, sí que lo puede suponer para el bolsillo, ya que estaremos adquiriendo un producto de menor calidad a un precio que no le corresponde.

Para escoger un producto de calidad, deberemos fijarnos en su poder como colorante. El azafrán debe tener un color rojo vibrante. Este color viene marcado por la escala de crocina, como hemos mencionado más arriba, el compuesto carotenoide que da el color a las hebras.

Si queremos aprovecharnos de los beneficios de esta especia, debemos tener en cuenta que lograrlo a través de la alimentación puede ser complicado, ya que la cantidad de producto que se consume no suele ser muy elevada. De todas formas, en el mercado encontraréis algunas marcas que comercializan el extracto de esta especia; es decir, la especia en concentraciones más elevadas.

Entre ellas, en la gama de productos de Raab está su azafrán orgánico, que contiene el extracto de 45 hebras de azafrán por cápsula. Este extracto de azafrán posee la máxima calidad orgánica y un contenido normalizado de los eficaces componentes safranal y crocina. Además, se combina con vitamina C, que contribuye a normalizar la función psicológica.