Entre la población en general ya ha calado bastante el mensaje de que, tras una tanda de antibióticos, conviene tomar probióticos para restaurar la microbiota intestinal, pero también es interesante saber que hay cepas determinadas que ayudan a combatir ciertos desequilibrios. Cada segmento de la población tiene tendencia a unos tipos de desajustes o patologías concretas y es importante tenerlo en cuenta para afinar al máximo y hacer que la recuperación sea óptima.

Probióticos para toda la familia

Las necesidades principales de cada grupo

  • Mujeres: tienden a tener infecciones de orina (cistitis), que, en muchos casos, son recurrentes o de repetición. La causa es una microbiota intestinal desequilibrada (disbiosis) debido al estrés, desajustes hormonales, anticonceptivos, antibióticos, productos de higiene irritantes o también por la actividad sexual.
  • Hombres: suelen tener afecciones de próstata, problemas hormonales relacionados con la infertilidad masculina y del tracto urinario.
  • Niños: tienen un sistema digestivo inmaduro y, por tanto, a menudo sufren desequilibrios digestivos como gases, dolor abdominal o alteraciones del tránsito intestinal.

L-glutamina y fibras prebióticas naturales

Aparte de una selección cuidadosa de cepas, la formulación de los probióticos puede incluir otros ingredientes para garantizar una eficacia máxima. Es el caso de la L-glutamina y de fibras fermentables con efecto prebiótico.

  • La L-glutamina es el aminoácido más abundante del cuerpo y ayuda a sellar el intestino, lo que mejora la permeabilidad intestinal y regula la respuesta inflamatoria.
  • Las fibras prebióticas aportan alimento a la microbiota, reparan el interior de la mucosa y estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas. Algunas fuentes interesantes son:
    • Plátano macho verde: gran fuente de almidón resistente.
    • Goma de acacia: el 95% son polímeros de galactanos.
    • Raíz de achicoria: fuente importante de inulina.

Probióticos para cada segmento

GI Natural de Nature’s Plus amplía la línea con cuatro suplementos probióticos que aseguran actividad, seguridad e innovación. Se han diseñado para garantizar una gran diversidad de cepas de la máxima calidad y que sean compatibles entre sí, resistentes a la digestión y dosificadas para obtener la máxima potencia de células viables.Las fórmulas se han enriquecido con fibras naturales procedentes del plátano macho, la acacia y la achicoria para aprovechar todos sus beneficios nutricionales. Los probióticos actúan sobre los procesos digestivos, el sistema inmunitario y el equilibrio del ecosistema intestinal gracias a la inhibición del crecimiento de bacterias patógenas.

Pro·Biotic Mega: fórmula con la mayor diversidad de cepas del mercado (más de 120.00 millones de células viables y 35 cepas) para ayudar a diversificar el microbioma, aspecto muy importante en caso de disbiosis. Es la mejor opción para una cura completa e integral y actúa positivamente sobre la homeostasis de todo el tracto intestinal. Contiene cepas específicas para casos de gingivitis y síndrome de intestino irritable y está especialmente indicado después de tomar antibióticos.

Pro·Biotic Women: una fórmula para garantizar el bienestar femenino. Incorpora la cepa L. plantarum KABTM -061, que favorece el equilibrio microbiano vaginal. La fórmula está reforzada con polvo de arándanos rojos para unos resultados óptimos.

Pro·Biotic Men: esta fórmula está reforzada con Sabal en polvo para favorecer la regulación hormonal, que ayuda a mantener la función reproductiva. Además, contiene Lactobacillus reuteri BM36301TM, que estudios experimentales asocian con mejoras hormonales y metabólicas. Tiene un enfoque antienvejecimiento específico para el hombre.

Pro·Biotic Kids: pensada para apoyar a los niños, en pleno desarrollo. Tiene sabor a frutos del bosque y está endulzado con xilitol. Las cepas Pediococcus pentosaceus KABPTM-041 y Bifidobacterium longum KABP TM-042 han mostrado beneficios en los cólicos infantiles (gases, dolor abdominal…) y ayudan a desplazar el crecimiento de bacterias proteolíticas, que causan malestar. La gran diversidad de cepas lo convierte en el suplemento más adecuado después de una tanda de antibióticos.

Es importante tomar suplementos con probióticos cuando haya desequilibrios digestivos: gases, dolor abdominal, estreñimiento crónico y para reforzar las defensas.

La dosificación es muy sencilla, ya que en todos los casos se toma una cápsula o un comprimido masticable –con sabor a frutos rojos, en el caso de los niños– al día.