Si sois seguidores de la alimentación saludable, seguro que habréis oído hablar sobre los alimentos procesados y la implicación negativa que tienen sobre la salud. No obstante, hay matices: existen procesados malísimos y otros que, si aprendemos a reconocerlos, son una buena alternativa para el día a día.

despensa sana

Para detectar los alimentos procesados sanos, es importante saber leer y entender las etiquetas. Así, por ejemplo, un mal procesado se puede identificar por la cantidad de ingredientes que lleva (no debería contener más de tres o cinco), la mayoría contiene cantidades añadidas de sal, azúcar, grasas trans y grasas parcialmente hidrogenadas, aditivos, antioxidantes, conservantes, emulgentes, potenciadores de sabor, entre otros.

¿Qué es un buen procesado?

Hay unos cuantos ejemplos de procesados saludables que podemos encontrar en el mercado y, de hecho, algunos forman parte de nuestra alimentación desde hace miles de años. El pan, por ejemplo, es un alimento procesado; también el queso o el yogur.

Un buen procesado hace que el alimento siga pareciéndose al ingrediente original, que el proceso industrial no haya empeorado su contenido y calidad nutricional, que no esté lleno de componentes innecesarios que el organismo no reconozca y que no suponga una carga tóxica.

5 buenos procesados que podemos consumir tranquilamente

Siempre recomendamos procesar los alimentos en casa, pero el ritmo de vida que llevamos hace que no podamos dedicar todo el tiempo que debiéramos a la cocina. Por ello, los procesados saludables representan una buena opción para ahorrar tiempo sin perder nutrición. Y si son de producción ecológica, muchísimo mejor.

Veamos cinco ejemplos básicos:

  1. El aceite de oliva extra virgen
  2. Las verduras congeladas (espinacas, habas, guisantes, judías…)
  3. Productos elaborados a partir de cereales integrales: macarrones, espaguetis o pan de calidad
  4. Tahina u otras cremas de semillas/frutos secos
  5. Las legumbres cocidas en bote o hummus

Además de no ser perjudiciales para la salud –sino todo lo contrario–, estos procesados nos ayudan a consumir alimentos que, de otro modo, no tomaríamos. Por ejemplo, muchas veces dejamos de lado las legumbres, que aportan muchos nutrientes y son una excelente fuente de proteína vegetal, porque hay que dedicar mucho tiempo a prepararlas. Comprarlas de bote o en forma de hummus es una forma de no apartar de la dieta este alimento tan interesante.

Eso sí, es importantísimo escoger una marca que utilice ingredientes de primera calidad, ecológicos y que elabore sus productos de forma que preserven el valor nutritivo y organoléptico de los ingredientes.

La Piara, una marca que cada vez más apuesta por la producción ecológica, nos propone dos variedades de hummus, que, además de ser deliciosas, nos salvarán entre horas o las comidas con invitados:

Son dos recetas cocinadas solo con ingredientes naturales de producción ecológica; aptas para dietas vegetarianas y adecuadas para celiacos. Podríais hacerlo vosotros mismos, pero La Piara lo hace por vosotros.