En los últimos años, las cápsulas han conseguido instalarse en nuestros hogares y han simplificado enormemente la preparación del café. Esto, sin embargo, ha generado un gran problema a nivel medioambiental, al mismo tiempo que ha potenciado el consumo de un café de menor calidad, desde el punto de vista organoléptico y también nutricional. Además, las cápsulas prémium tienen un coste por kilogramo más elevado. Veamos, en detalle, por qué vale la pena volver a la tradición de un buen café de grano.
1. Más sano, más rico
Los beneficios del café son múltiples y vienen dados principalmente por algunos de sus compuestos más volátiles.
En lo que se refiere a los beneficios, diferentes estudios científicos señalan que el café produce mejoras cognitivas, a la vez que ejerce una función neuroprotectora.
Por otro lado, el consumo del café se asocia a otros beneficios como la reducción del riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo II y, también, de algunos tipos de cáncer.
Además, el café tiene cientos de compuestos bioactivos, como algunos minerales y vitaminas, y destaca por su contenido en polifenoles, un potente antioxidante que, además, tiene una función prebiótica muy interesante.
Sin embargo, una gran parte de sus ventajas –al igual que su aroma– se pierde a las 24 horas de molerse, ya que sus compuestos se oxidan fácilmente. De aquí la importancia de tomarlo recién molido. Según los expertos, a las 24 horas de haber molido el café, pierde el 50% de sus propiedades organolépticas (sabor y aroma).
2. Más sostenible
El plástico y aluminio del que están fabricadas las cápsulas generan muchísimos residuos, con un impacto medioambiental muy alto. Cada día se tiran a la basura unos 7.000 millones de cápsulas, la mayoría sin llegar a reciclarse correctamente.
Con relación al aluminio, también es importante destacar que, en contacto con el calor, parte se desprende y va a parar a la bebida, con lo que se convierte en un posible disruptor endocrino.
Hoy en día, el problema ha avanzado tanto que existen campañas dedicadas exclusivamente a eliminar este tipo de producto. Estas iniciativas no provienen solamente de la sociedad civil, sino que comienzan a plantearse desde los mismos gobiernos, que comienzan a dar los primeros pasos en contra de las cápsulas. Según estudios, solo entre el 4-7% de las cápsulas consumidas en España terminan reciclándose como toca.
3. Más económico
Mientras que un café de cápsula prémium cuesta, de media, unos 40 céntimos, el café de grano sale por, aproximadamente, entre 10 y 15 céntimos. Esto significa que, en un hogar en el que se consumen 4 cafés de cápsula por día, el ahorro de pasar a un café en grano supone más de 350 euros al año, incluyendo la amortización de la cafetera.
Incapto Coffee
Incapto Coffee es una empresa joven que surge con el objetivo de derribar las cápsulas y recuperar la cultura del café en grano y sus ventajas. La marca ha entrado en el mercado con una cafetera superautomática que muele el café en el acto y lo prepara en medio minuto, sin manchar ni producir más residuos que los posos (¡que se pueden utilizar para abonar las plantas!).
Se trata de una máquina económica y pequeña, un modelo muy optimizado y fácil de limpiar. La cafetera Incapto Coffee tiene un funcionamiento muy simple que permite preparar un café con la misma facilidad y rapidez que utilizando cápsula, pero con la calidad de un café en grano recién molido.
Si os suscribís a sus cafés (tienen una gran variedad de sabores y cantidades), podéis conseguir la cafetera por 249 €, con posibilidad de fraccionar el pago a 12 y 24 meses. Actualmente, con motivo del Black Friday, Incapto Coffee aplica un descuento del 15% en la cafetera.
Para conocer el ahorro que supondrá la cafetera Incapto Coffee en comparación con un consumo de café de cápsulas, la marca ha desarrollado una calculadora de ahorro que permite saber en cuánto tiempo se amortiza la inversión de la cafetera. Si tomáis cuatro cápsulas al día, en poco más de seis meses, habréis pagado vuestra máquina Incapto Coffee.
Justo para quienes lo producen
Los principales cultivos de café se sitúan en países en desarrollo y con legislaciones que dan lugar a un uso muy poco sostenible de los recursos naturales, ya que en muchos casos permiten sobreexplotaciones, y protegen muy poco el recurso humano, que suele ser pobre.
Al comprarlo directamente a los productores de origen, Incapto Coffee se asegura un comercio justo y sin intermediarios, a la vez que se asegura de que es un café de calidad. Una vez importado, la empresa tuesta todos los lunes el café en su planta de Alcover, Tarragona.
Como explica Incapto Coffee en su web, “en una cápsula tampoco cabe la historia de quien lo ha cultivado (al café), el ojo necesario para realizar un buen lavado o el cuidado del tueste”.
